El mar rebalsa sujetando mi pena
tiene sus crestas taladas y opacados sus destellos
se han muerto las rompientes
Inmovilizado el embate
agoniza de quietud
No
quedan
orillas
Necesito el abrigo de tu voz
imperiosamente
.
El mar rebalsa sujetando mi pena
tiene sus crestas taladas y opacados sus destellos
se han muerto las rompientes
Inmovilizado el embate
agoniza de quietud
No
quedan
orillas
Necesito el abrigo de tu voz
imperiosamente
.
.
Una de estas noches despejada y fría
.
saldré a buscar una gota de rocío
.
para darle un último enjuague a esta pena
.
que parece infinita
.