Cuando llegue la noche
y todo huela a silencio
vagaré con la luna
en busca de tu huella
bañada en rocío me dejaré envolver por mi sombra
Susurraré canciones
de melodías remotas
para atraer tu noble rastro perdido
Cuando llegue la noche
despejaré cenizas vestigios polvillos mantillo
abriré surcos en los setos
husmeando la pista hacia tu inmensa estepa
para acuñarte mi esencia
con el néctar extraído de tu boca, tintero cristalino repleto de perlas