Con premura y celo extremo
recostaré en la mesada
este dolor pétreo
para remojarlo
y desmigajado
endilagarlo a las calandrias
comensales frecuentes
en las tardes de sol
de este paraje
en diminutas partículas
desperdigadas en sus buches
habrá mutado
esta noche
solo arderán despojos
en este hueco yermo
pujando por cicatrizar